No al cigarrillo pero si a la contaminación tóxica y nuclear

Valle Sierras Chicas. Córdoba. Especial Tierra Libre Digital. Como con el árbol y el bosque, las autoridades del gobierno provincial lanzan una gran campaña que supuestamente tiene el objetivo de brindar a todos los ciudadanos un aire más limpio, pero si fuera que no existieran otras fuentes de contaminación y solo fuera el cigarrillo el único contaminante del aire, posiblemente se justificara tamaña emprendida legal y comunicacional. Pero la intencionalidad de una campaña que pretende instaurar una imagen de cuidado y preservación del ambiente, cuando en realidad es poco lo que se hace en la materia, más bien parece querer esconder con una estrategia de marketing con algo que hoy queda bien, pero existen otros verdaderos problemas para los que no parece que se tenga ni siquiera pensada una solución a futuro.
Los humos tóxicos que emanan las centrales térmicas (como en la foto y ubicadas en la Capital cordobesa como en otras ciudades que queman combustible), para la generación eléctrica pueden equivaler a unos cuantos millones de cigarrillos fumados en unas horas. El dióxido de carbono, plomo y demás metales contaminantes que exhalan los caños de escape de los autos y colectivos, muchos de los cuales están fuera de todo límite mínimamente permisivo (solo falta ver algunos buses, rastrojeros y camiones/camionetas viejas) generan una espesa nube de smog sobre la ciudad que suele verse como una moneda oscura y densa colocada exactamente sobre la Capital cuando se viene ingresando desde las sierras. Las pocas industrias que quedan, muchas de ellas, por no decir una gran mayoría, no tienen procedimientos desarrollados para evitar la contaminación ambiental, y están radicadas en zonas urbanas, los ejemplos de éstos muchos hechos salen a relucir cada tanto pero son una variable permanente, silenciosa y de grandes dimensiones, como con las decenas de patos muertos en pleno centro de la ciudad por volcamientos sobre el Suquía – un curso de agua altamente contaminado-; los residuos tóxicos de las pinturas de la industria automotriz que alguna vez pretendieron ser dejados al aire libre en un predio rural cercano a Salsipuedes. Los líquidos cloacales y pozos negros –en todas esas zonas donde no hay cloacas- contaminando las napas freáticas y subterraneas de agua como en todo el Gran Córdoba y en un inmenso sector de la Capital aún. O éstos mismos fluídos tan nocivos para la salud pública regando las quintas y plantaciones del cinturón verde de la ciudad, sobre los que apenas se hacen algunos pocos controles (municipales, no provinciales). Los cientos de casos de cáncer y enfermedades graves dadas en barrios como Ituzaingó por las fumigaciones en campos y sembradíos cercanos, ni imaginarnos los que se arrojan más allá donde no hay población que se vea afectada directamente. Los materiales y residuos altamente tóxicos almacenados por el Senasa en pleno barrio de Alta Córdoba preocupó a los vecinos del lugar, donde también continúa funcionando una planta nuclear, a la que hay que abastecer además con sustancias altamente peligrosas como uranio que transitan por las rutas y calles de Córdoba cuando aún no se soluciona el tema del predio de extracción de uranio que quedó en las sierras y sus consecuencias-, y es el último episodio que marca una alarmante cadena de hechos lamentables que demuestran la desidia, la falta de un plan verdadero para el “aire puro”, la ausencia de políticas sustentables para el ambiente y develan las carencias y en todo caso, los ulteriores intereses de quienes gobiernan en las distintas ciudades, la Provincia y la Nación.
Si realmente interesara en todas sus dimensiones el ambiente y el entorno sobre el que los ciudadanos conviven, respirando, bebiendo y consumiendo, tendría que actuarse con igual contundencia sobre:
* Fuentes alternativas de energía (eólica y solar) en reemplazo de centrales térmicas y nucleares.
* Erradicación de planta nuclear de un barrio céntrico de Córdoba (Alta Cba.- Cofico)
* Normativa para catalizadores obligatorios en automóviles. Controles e impedimentos para circulación de vehículos
* Control alimentario, desde un plan para la transformación a cultivos orgánicos a un serio esquema de contralor bromatológico.
* Plan forestal verdadero y masivo
* Programa reciclado y tratamiento de residuos regulado a nivel provincial.
En la Provincia de Córdoba, hay otro sinnúmero de hechos preocupantes como la creciente deforestación y desertificación, monocultivos intensivos, y varias hechos de contaminación en distintas regiones, más allá de la ya abordada en nuestro anterior artículo sobre los residuos de plomo por la caza de palomas, legado del turismo sinegético (por la que la Pcia. ingresa fondos por tasas), y otras que vienen señalando un cierto accionar, o la falta de éste, ante distintas situaciones como con industrias por parte de la autoridad regulatoria provincial.
Todas estas acciones mucho más necesarias y prioritarias no han recibido ninguna atención de un gobierno decadente, como el de José De la Sota, que se desvanece por incompetencia de sus colaboradores y de los funcionarios de la Agencia Cba. Ambiente (que no se ha mencionado ni hecho presente en varios de estos hechos) y de la conducción política del gobierno en definitiva, que orienta las acciones a estas campañas que tratan de tapar cada vez más crecientes pistas de manejos espurios, corrupción y falta de una visión que llevan cada vez más a parecerse al final opacado que tuvo Eduardo Angeloz.
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Fotos click para ampliar: 1- central térmica como las múltiples que existen en Córdoba y la Argentina. 2- Central nuclear de Embalse de Río Tercero, Córdoba.